domingo, 4 de octubre de 2009

Engines: La Rueda de Ginebra


Quedé tan exhausto de mi última publicación (que de hecho fue mi primera con la cual hice mi súper debut en el mundo del blog jojojo U_U), y encima salí regañado, que prometí que mis siguientes publicaciones van a ser más cortitas. Ok ya aclarado esto dejemos por un momento el cine, aunque no os preocupéis que ya regresaremos, para escribirles sobre cosas feas y horribles de ingeniería (guiuuh!!), que si a ustedes no les interesa menos a mi, pero bueno tengo que reconocer que conservo mi corazonsito de ingeniero ^_^ .
Hoy escribo sobre uno de los inventos del hombre más fascinantes, sobre todo por su legado, un mecanismo mecánico llamado la Rueda de Ginebra. La verdad es que es uno de mis mecanismos y pequeñas máquinas favoritas porque es muy amigable, claro siempre y cuando no se tenga que hacer el análisis cinemático del movimiento (procedimiento ingenieril para determinar la posición, velocidad y aceleración vectorial que solamente nos sirve para complicarnos la existencia y ocasiona que haya masacres en el examen para los incipientes estudiantes de ingeniería U_U). O sea, si nuestros antepasados cavernícolas se lucieron con la rueda tradicional, la invención de la Rueda de Ginebra deja a la rueda rudimentaria como una mensada.

La rueda de Ginebra es un mecanismo que convierte el movimiento circular continuo en un movimiento circular intermitente. Básicamente es una rueda embonada con otra rueda en forma de cruz que en cada unos de sus brazos tiene un riel. Una rueda gira (la rueda motriz), la cual tiene un pivote que alcanza un carril de la cruz de rueda, donde entra y lo empuja haciendo que ésta avance un paso, para después salir del riel. Para esto la rueda motriz tiene un especie de bloque circular que bloquea la posición de la cruz de rueda mientras la rueda motriz gira de manera que no se mueva hasta que el pivote vaya a entrar en el riel del brazo de la cruz.
Ok muy padre, si si, ¿Y eso a ti qué? Tienes razón, no es de tu interés, pero velo como un pequeño breviario cultural que no está de más saber para el buen cinéfilo. Así es brillante lector esto tiene relación con el cine, que es propiamente nuestra materia.
La rueda de Ginebra, también conocida como Cruz de Malta, es un mecanismo mecánico que a ciencia cierta no sabemos ni quién ni cuándo la inventó, pero data de principios de la Edad Media. Gracias a éste fascinante mecanismo es que existen los relojes y el cinematógrafo. El movimiento giratorio intermitente es el que hace que las manecillas del reloj giren sincrónicamente, que por cada giro completo de una rueda (60 segundos) gire un paso la cruz (1 minuto), y a su vez lo mismo ocurre al cumplirse los 60 minutos gire otra cruz (manecilla) para hacer el cambio de hora.
¿Y en el cine?

¿Como funciona? Recordemos que la cinta no corre continuamente en el proyector, sino que avanza fotograma a fotograma, o sea cuadro a cuadro, lo hace de forma intermitente de manera que cada fotograma permanezca frente a la lente un instante de segundo (para ser exactos 1/24 de segundo). ¡Exacto! los famosísimos 24 cuadros por segundo (24 imágenes por segundo), que es lo que al ojo humano le da la ilusión de movimiento.

Permanece tan rápido frente a la lente cada fotograma que pareciera como si la cinta corriera sin parar. Pero no es así, tiene que permanecer frente a la lente un instante para que el haz de luz de xenón atraviese la cinta y la lente para que se magnifique la imagen y se proyecte. ¿Por qué a esa velocidad? En el cine mudo se proyectaban las películas a 16 fotogramas por segundo (16 imágenes por segundo) lo cuál recreaba la ilusión de movimiento de aquel entonces. Con el avance del cine y de la tecnología aumentó a 24 cuadros por segundo, que es la que todavía actualmente utiliza el cine, porque es la velocidad ideal en la cual el ojo humano deja de percibir la serie de imágenes corriendo como separadas y recrea la ilusión del movimiento. Las imágenes cobran vida. ¡La mágia del cine!
Interesante, pero ¿y eso que tiene que ver con la rueda de Ginebra?.


Ese movimiento intermitente con el cual cada fotograma permanece frente a la lente, se logra gracias a la rueda de Ginebra. Por cierto, antes la rueda motriz se hacía girar manualmente mediante una manivela, lo cuál era todo un lío además de cansado, porque si el cácaro perdía velocidad la película avanzaba más lentamente (como en slow) y si la giraba más rápido avanzaba en friega. Así que tenía que girar a una velocidad constante. Afortunadamente ahora tanto para el brazo del cácaro como para nosotros como espectadores ya se usan motorsitos eléctricos que hacen girar la rueda motriz a una velocidad constante.

La rueda de Ginebra forma parte del obturador y el crono para regular la transición de cada fotograma del rollo.

1 comentario:

  1. Vaya no sabia nada de esto. Es cierto que a mas de uno le vale soberano cacahuete saber estas cosas, pero como bien dices no esta demás simplemente por cultura.

    Aparatitos simples diran muchos, pero en verdad hay gran ingenio y complejidad en ellos por todo lo que permiten hacer, buen tema!

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